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martes, 30 de septiembre de 2008

68 TV

Milenio

Por Alvaro Cueva


Si en este país existiera la justicia, en este instante todos los periodistas de espectáculos estarían persiguiendo a los ejecutivos de TV UNAM.

¿Por qué? Porque además de que este canal público ganó el Óscar por Pedro y el lobo y está generando una admirable cantidad de contenidos de primera por semana, su maravilloso documental Spencer Tunick en México es semifinalista para llevarse el Emmy Internacional que se va a entregar en noviembre en Nueva York.

El Óscar no se lo han llevado ni Televisa ni TV Azteca. El Emmy, tampoco.

¿Se imagina si TV UNAM llega a la final de esa competencia?

¡Guau! Sería la primera vez que México se midiera contra las principales casas productoras de Inglaterra, España, Australia, Argentina, La India y Japón.

Y si Spencer Tunik en México gana, no le quiero ni contar lo que esto significaría para esta estación tan nueva, tan diferente e, insisto, pública.

TV UNAM se puede ver en todo el país por diferentes sistemas de televisión de paga y es un ejemplo para todos los medios oficiales de México y América Latina.

Entre las joyas que está ofreciendo en este momento se encuentran los seriales La historia de la medicina en México y Memorial del 68.

¿Qué es La historia de la medicina en México? La primera enciclopedia audiovisual que muestra la evolución de la medicina en nuestro país desde los aztecas hasta el Sistema Nacional del Salud.

Son 11 capítulos de 30 minutos producidos gracias al patrocinio de Astra Zéneca con una investigación como jamás se había hecho, con un paquete de testimonios de primer nivel y una gran riqueza visual.

Yo ya tuve oportunidad de ver todo ese material y si bien su técnica de presentación a base de una voz narradora tiende a ser convencional, el resultado es histórico, algo que no existía y que hacía falta.

¿Qué es Memorial del 68? La gran aportación de TV UNAM al 40 aniversario de la matanza del 2 de octubre, un súper serial a cargo del cineasta Nicolás Echeverría (Cabeza de vaca) que se está transmitiendo todas las noches a las 22:00.

Aquí la nota es que TV UNAM, y sólo TV UNAM, se ha atrevido a hacer ruido, mucho ruido, en la televisión mexicana, ante esta conmemoración tan importante.

¿Qué onda con las televisoras privadas? ¿Qué pretenden al no invertir en algo que nos pega tanto a tantas generaciones de mexicanos?

Si sólo se preocupan por el circo y se olvidan de la gente, luego no se quejen de que se les cayeron los ratings, de que nadie los mira o de que nadie les cree.

¿Sabe usted cuál es el único canal privado de televisión que lleva rato anunciando que va a tirar la casa por la ventana el próximo 2 de octubre?

The History Channel. ¡Un canal extranjero!

¿A usted no le da vergüenza? A mí sí. ¿Qué no se supondría que deberían ser nuestras estaciones las que se deberían estar matando por ver quién presenta la investigación más profunda, el dato que nunca nadie ha dicho y el producto más competitivo a nivel mundial?

Yo ya vi completo el especial que The History Channel va a estrenar el próximo 2 de octubre a las 21:00, es un documental coproducido con la casa Anima Films, se llama La masacre de Tlatelolco y, créame, es extraordinario.

¿Por qué? Vamos a dividirlo en dos: fondo y forma. Es extraordinario en fondo porque dice cosas que nunca nadie había dicho como que había conflictos de coordinación entre los dos grupos que mataron a los estudiantes.

Porque, como es televisión privada internacional, ahí sí podemos escuchar testimonios de sobrevivientes maldiciendo y acusando a sacerdotes católicos de haber estado coludidos con los asesinos.

Y porque en términos estructurales, La masacre de Tlatelolco parte del supuesto de que el público es inteligente, invita a que el espectador participe, nos deja sacar nuestras propias conclusiones.

Hablemos ahora de la forma. ¿Qué se puede decir de este documental? Que es sublime la manera como sus posproductores intercalan las imágenes de las manifestaciones de 1968 con las de 2008 para evaluar qué tanto hemos cambiado (o qué tanto nos hemos estancado).

Y que yo no sé cómo le hicieron sus investigadores, pero la colección de películas y fotos que consiguieron (aunque a ratos se repite) es fuerte, potente. Luche por verla. ¡Luche!

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